
Sé que para nadie pasará indiferente ese día domingo 22 de agosto, día en que un sentimiento de alegría, llenó de lágrimas los ojos de muchos chilenos y extranjeros, que estaban al tanto de la situación de los 33 mineros que se encontraban a 700 metros de profundidad en la mina San José desde el día 05 de agosto.
El papel que adosaron al martillo, decía el siguiente mensaje: "Estamos bien en el refugio los 33", y para todos fue una renovación de fe, un grito de esperanza entre tanta oscuridad. ¡VIVEN!
Ayer, en su primer contacto telefónico, demostraron preocupación por la salud de sus compañeros de relevo poco antes del derrumbe, luego, al enterarse que estaban con vida, pudimos sentir sus gritos y exultación. Eso habla de esta solidaridad y sentido de compañerismo de estos valientes mineros. Otro momento de emoción se dio cuando entonaron nuestro Himno Nacional... Hoy, en el trabajo, aún siento sus voces en mi cabeza... y me alienta a continuar otro día más y a dejar mis dolencias, de una nueva gripe, de lado.
Ahora, sólo nos queda esperar que el tiempo les acompañe, que las labores de rescate sigan siendo óptimas, sabemos que no es una tarea fácil, de hecho hablan de 3 a 4 meses. Aún así, esperamos que sea menos y que cuanto antes puedan volver a la luz, reencontrarse con sus familias y ver a este Chile que una vez más se pone de pie cuando todo parece caer.... Fuerza y fe, los milagros existen.
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