domingo, 15 de agosto de 2010

AMIGO, Pablo Neruda


I
Amigo, llèvate lo que tù quieras,
penetra tu mirada en los rincones,
y si asì lo deseas, yo te doy mi alma entera,
con sus blancas avenidas y sus canciones.

II
Amigo, con la tarde haz que se vaya
este inùtil y viejo deseo de vencer.

Bebe en mi càntaro si tienes sed.

Amigo, con la tarde haz que se vaya
este deseo mìo de que todo rosal
me pertenezca.

Amigo,
si tienes hambre, come de mi pan.

III
Todo, amigo, lo he hecho para ti. Todo esto
que sin mirar verás en mi estancia desnuda:

todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazòn- siempre buscando altura.

Te sonrìes, amigo. ¡Qué importa! Nadie sabe
entregar en las manos lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ànfora de mieles suaves,
y todo te lo doy...Menos aquel recuerdo...
...Que en mi heredad vacìa aquel amor perdido
es una rosa blanca que se abre en silencio...

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