jueves, 28 de octubre de 2010

TÁCTICA Y ESTRATEGIA (M.BENEDETTI)



Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros

para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites

martes, 26 de octubre de 2010

Hay


Hay de la noche fría,
donde la extraña realidad
me devolvió la vida...

Hay de la esperanza cierta,
donde un guiño de estrellas
ha cerrado mi puerta...

Hay de las huidas sin despedidas,
donde el puro elemento se hace,
al no sentir contento en ninguna parte...

Vivir, cerrar, huir, quedar,
son elementos de tanta intensidad,
que en algún momento...
te dan la vida o te la pueden quitar...

lunes, 25 de octubre de 2010

Poema de un recuerdo (Gustavo A. Castiñeiras)



Este poema es especial, en alguna ocasión lo leí asociado a Borges, con el título de "Dime", pero hoy lo he visto nuevamente, entendiendo que la autoría pertenece a Gustavo Alejandro Castiñeiras. Qué más decir...Simplemente hermoso....

Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

Sinceridad


Esa sinceridad que duele en mí,
como una vieja herida, como una herida gastada..
que borra mis sueños y me aleja de ti.

Esa sinceridad que cala hondo,
que hace despertar bruscamente, como noche sin deseos,
que sólo siembra angustias y no vive de momentos...

Esa sinceridad te la devuelvo,
y desde lo más profundo te digo; vuela.... y lejos...
donde mi cielo no pueda tocarte,
donde mi sol no alcance tus alas,
y mi mesa ya no recoja tus migajas... ¡vete!

lunes, 18 de octubre de 2010

HAY UN LUGAR...


Hay un lugar
donde las críticas no llegan,
donde siempre serás escuchado,
sin censuras ni trámites...

Hay un lugar
donde las primaveras se eternizan,
donde la poesía se viste de fiesta para animarte
y donde una mirada basta para reencontrarse...

Hay un lugar
tan mágico como Atlántida,
más allá del sol y muy cerca del mar,
donde siempre vivirás y podré sin límites amar...

viernes, 15 de octubre de 2010

REALIDADES


Camino sin sentido cierto
por los recuerdos de la vida,
llevando siempre la luz,
de una lámpara encendida...

La brisa de nuevo trae la magia
y los colores de la alameda,
acercándome sin querer
a los recuerdos de Primavera...

Hay cosas que siguen en mí
aunque para todos sea un paso,
situaciones o vivencias que marcan
inevitablemente un cambio...

Esta vez, no hay tanta risa, ni llanto,
no hay cartas, ni poemas,
mas desnudó un amor tan puro y bello,
que ya no vive de promesas...

miércoles, 6 de octubre de 2010


De nuevo tú,
prometiendo el sol,
el cielo y las estrellas,
pintando mi mundo de vivos colores,
regalando una rosa y relojes de arena...

De nuevo tú,
prometiendo futuro
con eslabones de una cadena,
que se rompe esta vez sin palabras,
donde las imágenes no permiten excusas...

De nuevo tú,
formando nubes
con copos de avena,
que se disuelven y evaporan
con mi dolor, tu amor y tus promesas...

lunes, 4 de octubre de 2010

TODAVIA



Todavía espero sentada
a la orilla del río,
el momento preciso
en que decidas cruzarlo

Dime tan solo
que no es tarde para ti,
dime tan solo
que no es tarde
para seguir amando...

Todavía espero sentada
a la orilla del río,
hasta que tu mano
me alce en un abrazo
y me digas nuevamente, Te amo.

Dime tan solo
que no es tarde para mi,
dime tan solo
que no es tarde
dime tan solo... dime

UN RELATO SOBRE AMOR (J.B)


Se trata de dos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a ser leñador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura.

La historia cuenta que habían noviado con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran.

Les regalaron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación.

Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo...

Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario.

Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir. Desde chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.

Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto.

Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.

El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera:

- Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?

- Seguro - fue la respuesta.

- Entonces en tres días estaré aquí.

Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.

El día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo.

Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando llegó a su

casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que él solía regresar.

A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado. Ya habría tiempo después para explicárselo.

Él llegó. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peinetones que él había comprado... vendiendo el reloj de oro del abuelo.

Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencia.