El ajedrez, no es sólo un juego, sino un arte, una ciencia y un deporte mental. En España su enseñanza es obligatoria desde el año 1994, y en nuestro país recién a fines del año 2008 se están ejecutando ciertos programas en colegios y liceos, incorporándolo a la malla académica en forma opcional, debiendo ser obligatorio, por todos los beneficios que implica practicarlo, tales como; mejoras en la concentración, agudeza en la respuesta a ciertos estimulos, etc.
Mi inicio en el Ajedrez fue gracias a mi personal trainer (entrenador personal), mi hermano, quien ya era un destacado jugador nacional y me instó a jugar para ganar. Es decir, mi punto principal en ese entonces era competir para ganar, luego aprendí que no todo en la vida es ganar y que también puedo desarrollar otras habilidades y fortalezas.
Cuando niña competía representando a un colegio, llegué a ser vicecampeona regional, pero a mis 14 años no existía el Nacional femenino. Por tanto, mi incursión en estas 64 casillas creí que tendría fin. Sin embargo, el Ajedrez marcó de tal forma cada uno de esos espacios o de mis tres cerebros como dice un amigo, enseñándome que la vida en cierta forma es seguir jugando ajedrez.... Así es, en nuestro mundo muchas veces nos encontramos dentro de un tablero, y nos toca vivir en blancas y en negras. A veces atacando y arriesgándolo todo, y en otras, avanzando más lento, preparando el camino hacia el triunfo. Todo depende de nuestra estrategia, que no siempre será la mejor o la más fácil, pero merecemos usarla y correr el riesgo.
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1 comentario:
Pues amiguis es así, movidas estratégicas para avanzar, lento pero seguro, que los años invertidos, sean buenos. Cuando se pierden piezas, recordar al menos el movimiento porque así lo tenemos pendiente para la próxima vez
Cuídese miguis, no sé si ha visto mis últimos blogs ya veré cómo se los hago llegar
chau
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