
Algo tan lindo a vista de todos en nuestro idílico comienzo, pero con un fin tan inexorable como cierto....
Sí, lo anunciaban tus ojos al mirarme aquella tarde... ya no estaba la respuesta dulce ni la sonrisa que encantaba...
Guardé en una caja tus recuerdos, sequé mis lágrimas, mandé mi último mail y te escribí los últimos versos.
Ya mi tiempo no será para ti, ni mi amor ni dolor te pertenecerán, ¿será que esta muerte se anunciaba? o será tal vez, que mi alma ya lo presentía...y en silencio lo agüardaba.
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