viernes, 15 de junio de 2012

Solo


El reloj marca pausa,
en un mundo solitario,
donde cada uno, es uno,
y no importa quien va al lado.

Yo me cubro de cenizas,
de un volcán que se ha activado,
de promesas repetidas,
y de favores olvidados.

La noche larga se eterniza,
el invierno ha llegado,
se oscurecen los caminos,
y las puertas se han cerrado.

¿Dime dónde está la calma
que cubría mi mirada?
cuándo tu risa era mi luz,
y el Sol, mi morada.