¿AMAR O DEPENDER?

Cómo amar sin apegos, y terminar con todo tipo de sufrimiento inútil en el amor...suena ideal, pero después de todo el amor no es para explicarlo, sino para sentirlo, disfrutarlo y hasta padecerlo, casi como una enfermedad.....
¿Qué sucede cuando en la pareja quedan zonas secretas, espacios de comunicación bloqueados y cristalizados adonde no se puede volver a entrar? ¿Qué sucede con esa intimidad que empieza a restringirse y a empobrecerse? ¿ A dónde se va?.... ¿Se recupera...?
Es ahí cuando buscamos un amor que nos acerque más a la tranquilidad que al sufrimiento, en donde nos reencontramos con el romanticismo, la amistad, la ternura y por qué no decirlo también, con el deseo... cerramos los ojos y pensamos....es casi mágico, debería tener defectos.....y están, sólo que lo negamos producto de nuestra propia creación y deseo fehaciente de realidad y de sentirnos nuevamente amados e importantes... ¿Se sufre entonces aún siendo tan feliz?....en lo más recóndido de nuestro ser se siguen albergando dudas e inseguridades, sólo está en nosotros la capacidad de entregar sin limitaciones y menos racionalizar el amor. A veces pensamos en “si lo amo mucho, o me entrego mucho, se va a sentir tan seguro que dejará de amarme”..., y eso es un tipo de racionalización, porque dejamos de manifestar estas emociones por el solo temor a sufrir y no dejarnos pisotear en algún momento de nuestras vidas.
Si hasta llegamos a cohartar la libertad del otro para aumentar nuestra seguridad o nuestro sentido de pertenencia. Debemos tener cuidado con esto, porque nuestro derecho a sentirnos seguros no consiste en anular al otro, sino amar al otro con sus limitaciones, defectos y virtudes, teniendo en cuenta que nada es para siempre y si así fuese, de sentirnos inmensamente afortunados y bendecidos.